Recuerdo hace algunos años cuando la mayor parte de nuestra información se almacenaba en nuestros computadores. Un tiempo en el que respaldábamos todo lo que podíamos, o nos parecía bonito o interesante en nuestros discos duros. Esa tarea que dejó muchas “vidas destrozadas” e historias perdidas cuando los equipos se averiaban y no habíamos respaldado mucha de nuestra información en ningún otro medio.

Aunque eso no lo era todo. Lo peor que podía pasar es que ese “valioso” contenido almacenado por alguna razón, se volvía tan difícil de encontrar que preferíamos volverlo a buscar en la web, y comprarlo.

Lo mismo sucedía con los programas. Había quienes instalaban todo lo que encontraban en internet, saturando sus computadores de procesos que nunca se ocupaban. Era la época de los escritorios de ordenador llenos de iconos que solo entendía el dueño del mismo, pero que mareaba a cualquiera que se tope con ellos.

La cosa no es muy distinta con las aplicaciones móviles. Hay quienes afirman que las aplicaciones móviles son el futuro del software. Yo dudo mucho de ello. Actualmente hay hasta una decena de aplicaciones que hacen lo mismo. y otras millones que hacen cosas distintas. La cuestión es que el costo de hacer una aplicación de innovación versus el beneficio que representan que se ve afectado con las aplicaciones de ocio que existen en abundancia y con un mercado objetivo que las superpone a las de verdadera utilidad. Estas apps de juegos dejan los celulares con agotados su batería, megas y recursos.

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A ello sumémosle que siendo un móvil un aparato muy personal, es horrible tener que buscar una aplicación en el directorio de apps instaladas cuando tienes decenas de ellas.

La tendencia que se acerca a la realidad en el futuro,  consiste en aplicaciones en linea compatibles con pantallas pequeñas.

Las aplicaciones en linea y páginas web le otorgan libertad al usuario, quien no tiene que descargar e instalar nada, que no tiene que comprometer los recursos de su móvil o computador. Y que puede entrar y salir de tu web cuando guste.

Por ahora es mi plan A. Mientras no se invente algo funcional que reemplace a una pantalla.

Mi sugerencia en este campo es que antes de decidirte sobre cual es tu plataforma ideal podrías preguntarte:

¿Quienes serán los usuarios de mi app?

¿Cuanto tengo que invertir para que los usuarios de mi app la utilicen?

¿Que beneficio monetario recibiré por esta app?

¿Cómo recibiré el retorno de la inversión que haré?

 

Parecería que todo gira en torno al aspecto económico y operativos. El no tomas en cuenta estos puntos, te llevará a invertir en algo no usable, lo cual es una debilidad de ambas plataformas.

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