La llegada de la vacuna contra el Covid-19, ha despertado la esperanza en muchas personas de que las cosas vuelvan a ser como eran antes.

La idea de abandonar el teletrabajo y todas sus implicaciones parece inquietarnos cada vez más a todos: Por un lado están quienes temen eventuales rebrotes tanto por la aparición de nuevas cepas o por otros motivos. Por otro lado tenemos individuos que consideran obligatorio el contacto presencial para sus actividades cotidianas.

Como sea, parece que la mayor parte de las personas no ha aceptado que estamos viviendo una nueva etapa en la historia de nuestra civilización. Una época maravillosa desde el punto de vista del progreso.

Esto no es algo nuevo

Desde tiempos remotos, nuestra especie ha sido empujada constantemente a implementar más tecnología para facilitar las actividades cotidianas.

El descubrimiento del fuego como herramienta para cocinar nuestros alimentos, la aparición de la agricultura o la escritura. Resultaron decisivos entre quienes serían los grupos dominantes en la tierra.

Y la resistencia ante los cambios no es algo nuevo. Sucedió también con la invención de la imprenta, la electricidad, los automóviles, incluso del televisor.

Por ejemplo: Hay personas que se apegan a los diarios impresos, cuando resulta más cómodo y barato comprar suscripciones a diarios digitales.

Quedarte en el pasado o continuar adelante

Ante todo esto, tenemos delante de nosotros una única decisión: Quedarnos añorando los “viejos tiempos” o aprovechar al máximo esta nueva era.

Antes de la llegada de internet, las oportunidades laborales implicaban un mayor esfuerzo físico, tiempo y uso de recursos. Los emprendimientos requerían más inversión de capital, mientras esperaban un lento retorno de inversión.

Vivimos en la verdadera Edad de Oro de la humanidad. Nunca antes existieron más oportunidades para todos. Ninguno de nuestros antepasados tuvo tantas facilidades, tanto para vivir como para emprender.

¿Qué hacer entonces?

Dejando de lado el pesimismo político y mediático, debes reconocer que las cosas en realidad no son tan malas como las pintan. Acepta que en 2021 es mucho más fácil que en 1500. Quizá vivir bien no es tan fácil como pestañear, pero está mucho más a tu alcance que para tus tatarabuelos. Hoy en día, si hay algo que no cuadra en tu vida, siempre puedes cambiarlo.

Quizá los únicos desafíos que debemos afrontar en nuestra era son: el exceso en información basura (lo cual requiere discernimiento), la necesidad de planificación estratégica y tomar la determinación de hacerlo.

¿Necesitas ayuda para llevar a cabo una buena planificación estratégica? Escríbenos a nuestro chat.

Photo by Igor Miske on Unsplash

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